La palabra fósil procede del verbo latino "fodere" (excavar) y originariamente significaba todo lo que había sido excavado o descubierto en el suelo. Hoy en día, por fósiles no sólo entendemos los restos de organismos, sino también los vestigios de la actividad de los animales. Por lo general, los fósiles se encuentran en los yacimientos más antiguos del pasado de la Tierra, habitualmente en rocas sedimentarias, y se componen de las partes duras del animal que sobrevivieron a la descomposición. Así pues, resulta de importancia fundamental para la paleontología mantener una estrecha relación con la geología.
Los fósiles no sólo son documentos biológicos, sino también históricos, de evolución de la vida en la Tierra. Por tanto, por lo que se refiere a la zoología y a la botánica, esto representa una enorme ampliación de lo que conocemos sobre formas de vida, ya que pueden incluirse plantas y animales extinguidos desde hace mucho tiempo.
Existen diversos tipos de fósiles, formados por varios procesos:
PETRIFICACION O MINERA LIZACION: Las partes duras de un organismo huesos, conchas o troncos, son sustituidas por minerales. Es el proceso mas frecuente y así se han preservado esqueletos de dinosaurios.
INCLUSION: Ocurre cuando los organismos, por lo general pequeños, son cubiertos totalmente por sustancias como resina o ámbar, lo que impide su descomposición.
MOLDE O IMPRESIÓN: Se originan cuando los restos de organismos quedan enterrados en el fango y este se endurece a su alrededor con lo que se crea un molde o impresión.
jueves, 29 de noviembre de 2007
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